No sería un verdadero geek de la informática si no me hubiera pasado toda mi juventud jugando al ordenador. En mi época, principalmente el Spectrum 48K «tecla clicle», y luego con el PC. De hecho mi primer desarrollo en equipo fue un videojuego que hice con un compañero de universidad, y a la postre uno de mis mejores amigos, aquí os dejo foto del momento de creación de Brainsoftware y sus dos fundadores, en plena efervescencia post-post-adolescente.
Hace ya tanto tiempo que ni recuerdo si el juego tenía nombre. Yo en aquella época estaba muy flipado por el Karate y el KickBoxing y no se nos ocurrió mejor modelo para la captura de movimientos que yo mismo. De hecho fue mi contribución más importante, ya que el verdadero programador (en ensamblador 8086) era mi socio Antonio. Yo era más, ya sabéis, un project manager que se encargaba de los detalles mas a nivel de usuario (en TurboPascal). Aquí os dejo mi momento estelar, en 256 colores.
Con el paso de los años he intentado volver al mundo de los videojuegos. En la misma carrera, desarrollé otro intento de videojuego con otro compañero de clase, esta vez una aventura gráfica. Nos quedamos atascados en el modelado de objetos, quizás sea esa la razón por la cual le tengo tanta manía a la programación orientada a objetos.
Más tarde intenté diseñar mi propio juego de estrategia en tiempo real, basado en la II Guerra Mundial, y finalmente, intenté entrar en una compañía como guionista de juegos, pero no tuve suerte. Años más tarde, acabé diseñando un juego de rol (en papel) para una productora de cine, pero eso es otra historia, un poco rocambolesca.
Mi vida ha estado unida a los videojuegos desde los diez años que ví por primera vez un Spectrum, y todavía hoy, con 43 tacos, sigo jugando con mi PS4. Mi juego favorito de todos los tiempos es el HalfLife2 y el Red Dead Redemption.